El 20 de marzo se celebra El Día Mundial de la Salud Bucodental con el fin de destacar la importancia de mantener una buena salud oral y promover hábitos saludables de higiene bucal en todo el mundo.

Esta iniciativa busca concientizar sobre la prevención de enfermedades dentales, como la caries y la enfermedad periodontal, así como promover la salud de las encías y prevenir el cáncer oral. Además, se enfoca en educar a la población sobre la relación entre la salud bucal y la salud general, resaltando cómo los problemas dentales pueden afectar otras áreas del cuerpo y viceversa.

Cepilla tus dientes al menos dos veces al día, preferiblemente después del desayuno y antes de acostarte.

Utiliza un cepillo de dientes con cerdas suaves y un cabezal pequeño que pueda alcanzar todas las áreas de tu boca.

Asegúrate de cepillar cada superficie de tus dientes, incluyendo la parte exterior, interior y la superficie de masticación.

No te olvides de cepillar tu lengua para eliminar las bacterias que pueden causar mal aliento.

Usa hilo dental al menos una vez al día para eliminar la placa y los restos de comida que el cepillado no puede alcanzar.

Asegúrate de pasar el hilo dental suavemente entre cada diente, llegando hasta la línea de las encías.

Utiliza una técnica suave para evitar dañar las encías.

Utiliza un enjuague bucal con flúor después del cepillado para ayudar a fortalecer el esmalte dental y prevenir la caries.

Elige un enjuague bucal sin alcohol si tienes la boca sensible o si prefieres evitar ingredientes irritantes.

Programa revisiones dentales regulares al menos dos veces al año, o según las recomendaciones de tu dentista.

Las visitas al dentista no solo permiten detectar y tratar problemas dentales tempranamente, sino que también son importantes para realizar limpiezas profesionales que eliminan la acumulación de placa y sarro.

Limita el consumo de azúcares y alimentos procesados, ya que estos pueden contribuir a la formación de caries.

Prioriza una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y lácteos bajos en grasa, que son beneficiosos para la salud oral y general.

Evita morder tus labios o humedecerlos con la lengua. Cuando están húmedos la piel se seca más fácilmente. Recuerda hidratarte bebiendo agua regularmente: este es uno de los remedios más naturales para evitar los labios agrietados.

Evita fumar y masticar tabaco, ya que estos hábitos aumentan el riesgo de enfermedades periodontales, cáncer oral y manchas en los dientes.

Limita el consumo de bebidas azucaradas y carbonatadas, ya que pueden erosionar el esmalte dental y contribuir a la formación de caries.

La protección durante la práctica deportiva es crucial para prevenir lesiones dentales y bucales, especialmente en deportes de contacto como el fútbol, el baloncesto, el hockey, el boxeo y el rugby, entre otros. Utilizar un protector bucal adecuado es una medida de seguridad importante que puede ayudar a proteger los dientes y las encías contra impactos y traumas durante la actividad deportiva.

Un protector bucal, también conocido como protector bucal o bucal protector, es un dispositivo de plástico flexible que se coloca sobre los dientes y las encías para absorber y distribuir el impacto de un golpe, reduciendo así el riesgo de lesiones. Existen dos tipos principales de protectores bucales:

1. Protectores bucales genéricos: Estos protectores bucales se pueden comprar en tiendas deportivas o farmacias y suelen ser preformados, es decir, vienen en tallas estándar y pueden ajustarse ligeramente a los dientes. Aunque son más económicos, no ofrecen un ajuste personalizado y pueden ser menos efectivos en términos de protección.

2. Protectores bucales personalizados: Estos protectores bucales son fabricados a medida por un dentista profesional a partir de impresiones tomadas de la boca del deportista. Al ser personalizados, ofrecen un ajuste más preciso y cómodo, lo que garantiza una mejor protección contra lesiones. Aunque son más costosos que los protectores genéricos, su inversión en términos de seguridad y comodidad puede ser invaluable.

Algunos beneficios adicionales de utilizar un protector bucal durante la práctica deportiva incluyen:

• Reducción del riesgo de fracturas dentales: Los protectores bucales ayudan a amortiguar el impacto de los golpes, lo que reduce el riesgo de fracturas o pérdida de dientes.
  
  
• Prevención de lesiones en las encías y tejidos blandos: Además de proteger los dientes, los protectores bucales también ayudan a prevenir lesiones en las encías, los labios, la lengua y otras estructuras de la boca.
  
  
• Absorción del impacto: Los protectores bucales absorben y distribuyen la fuerza del impacto, lo que puede ayudar a prevenir conmociones cerebrales y lesiones en la mandíbula.

Además, es fundamental evitar compartir utensilios de higiene bucal como cepillos de dientes o hilo dental, ya que esto puede facilitar la propagación de bacterias y enfermedades bucodentales entre los miembros de la familia o compañeros de vivienda. Cada persona debe tener su propio cepillo de dientes y hilo dental para mantener una buena higiene oral y prevenir la contaminación cruzada.

Al incorporar estos hábitos en tu rutina diaria, estarás contribuyendo significativamente a mantener una buena salud oral a largo plazo. Recuerda que la prevención es clave para evitar problemas dentales y disfrutar de una sonrisa saludable.

En cuanto a los tipos de cepillos de dientes, existen varias opciones disponibles en el mercado, cada una diseñada para satisfacer diferentes necesidades y preferencias. Algunos tipos comunes incluyen cepillos de dientes manuales con cerdas suaves, medianas o duras, cepillos eléctricos con cabezales intercambiables y cepillos sónicos que utilizan vibraciones para una limpieza más eficaz. Es importante elegir el tipo de cepillo de dientes que mejor se adapte a tus necesidades individuales y consultar con tu dentista para obtener recomendaciones específicas según tu salud oral. Aquí hay una descripción de los tipos más comunes: 

Los cepillos de cerdas suaves son los más comunes y generalmente se recomiendan, ya que son suaves para las encías y los dientes.

Los cepillos de cerdas medianas ofrecen una limpieza más vigorosa que los suaves, pero pueden ser demasiado abrasivos para algunas personas, especialmente si tienen encías sensibles.

Los cepillos de cerdas duras proporcionan una limpieza más intensa y pueden ser útiles para personas con acumulación de placa difícil, pero pueden dañar las encías y el esmalte dental si se utilizan incorrectamente.

Los cepillos de dientes manuales son los tradicionales, donde el usuario mueve el cepillo para limpiar los dientes.

Los cepillos de dientes eléctricos tienen cerdas que vibran o rotan automáticamente para proporcionar una limpieza más eficaz y completa, especialmente para personas con destreza limitada o necesidades especiales.

 

Los cepillos interdentales tienen cerdas pequeñas y flexibles diseñadas para limpiar entre los dientes y alrededor de los aparatos ortodónticos, implantes o puentes.

Son útiles para eliminar la placa y los residuos de alimentos en áreas de difícil acceso que los cepillos de dientes normales no pueden alcanzar.

Estos cepillos están diseñados para ser compactos y portátiles, lo que los hace ideales para llevar de viaje o para guardar en el bolso o el escritorio.

Los cepillos de dientes para niños están diseñados con cabezales más pequeños y cerdas más suaves para adaptarse a las bocas más pequeñas y sensibles de los niños.

A menudo, estos cepillos incluyen características divertidas o personajes animados para hacer que el cepillado sea más atractivo para los niños.

Al elegir un cepillo de dientes, es importante considerar factores como la sensibilidad de las encías, la destreza manual, la presencia de problemas dentales y las preferencias personales. Además, se recomienda reemplazar el cepillo de dientes cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas para garantizar una limpieza efectiva.

 

La seda dental encerada tiene una capa de cera que facilita su deslizamiento entre los dientes y alrededor de las encías.

Es especialmente útil para personas con dientes apretados o que experimentan dificultades para deslizar la seda entre los espacios estrechos.

La seda dental no encerada es una opción para aquellos que prefieren una sensación más áspera y una limpieza más agresiva.

Algunas personas encuentran que la seda dental no encerada es más efectiva para eliminar la placa y los residuos de alimentos.

La seda dental con sabor viene en una variedad de sabores, como menta, menta verde, fresa, etc.

Los sabores agradables pueden hacer que el proceso de limpieza sea más agradable y pueden ayudar a refrescar el aliento.

Algunas marcas ofrecen seda dental con aditivos adicionales, como flúor o xilitol, que pueden ayudar a fortalecer el esmalte dental y prevenir la caries.

Seda dental para personas con brackets o aparatos ortopédicos:

 

Estas sedas dentales están diseñadas específicamente para personas con brackets, aparatos ortopédicos u otros dispositivos ortodónticos.

Tienen una forma especial o están reforzadas para facilitar su paso alrededor de los brackets y alrededor de los alambres.

Cintas dentales y cintas de seda dental ancha:

 

Las cintas dentales son más anchas y planas que la seda dental tradicional, lo que puede facilitar su uso para personas con espacios interdentales más grandes o para aquellos que prefieren una sensación más amplia durante la limpieza.

Al elegir una seda dental, es importante considerar factores como la comodidad, la eficacia y las necesidades dentales individuales. La clave es encontrar el tipo de seda dental que se adapte mejor a tus preferencias y necesidades específicas, y utilizarla de manera regular como parte de una rutina de higiene oral completa.